Complejo Casa Taboada: una construcción que mezcla modernidad e historia pura de Santiago del Estero
Desde los orígenes de la “Madre de Ciudades” se alzó la casa de la familia Taboada, testigo de grandes sucesos de la historia de Santiago del Estero.
Con sus imponentes muros de adobe y sus ventanas adornadas con enredaderas, esta casa ubicada sobre calle Buenos Aires, fue más que un simple edificio; custodió momentos que marcaron el destino de la provincia y del país. Cada paso en su suelo resonaba con el eco de los pasos de aquellos que forjaron el curso de la historia.
En el proceso de sostener la identidad cultural e histórica de Santiago del Estero, en este emblemático lugar hoy se levanta el Complejo Casa Taboada, un edificio que en su planta baja recupera los restos existentes de la casa familiar y que se transforma en un moderno edificio que alberga las oficinas de la Dirección Provincial de Catastro y el Registro de la Propiedad.
Al ingresar a este Lugar Histórico, el visitante encontrará la vieja cisterna de agua, construida en 1869, la que a través de sus sistemas de canaletas, recuperaba el agua de lluvia para consumo familiar.
Hoy, esa cisterna da vida al sector definido por un vacío circular que recuerda el patio de ingreso de la Casa Taboada y que sirve a los efectos de mejorar la iluminación natural del espacio central del edificio ante su profundidad y su limitación entre muros divisorios. Esta situación tiene mayor influencia positiva en las áreas operativas de los 3 niveles de oficinas.
En ambos lados, también se encuentra la reproducción de las viejas paredes de la Casa de los Taboada, las que fueron testigos del inicio del periódico La Guardia Nacional en 1856, o la llegada del primer sistema de telégrafos allá por 1886. Estas paredes también albergaron el nacimiento del diario El Liberal en 1898, entre tantos hechos sociales de relevancia de Santiago del Estero.
En otro sector, también se puede observar el piso donde otra existía un mirador, que daba un status imponente a la vivienda, en un Santiago del Estero donde predominaban las casas bajas. En homenaje a ese mirador y adaptados a los nuevos tiempos de la ciudad, en el 4º piso hoy existe una terraza panorámica, desde donde se puede observar el crecimiento urbano de la ciudad.
En el Complejo Casa Taboada también se podrá encontrar aquellos espacios que forman parte de los grandes mitos santiagueños: las conexiones subterráneas que conectaban numerosos edificios y casas de renombre. En este caso, el mito habla de los túneles desde esta casa hasta el Teatro 25 de Mayo, que en sus albores fuera la residencia del primer gobernador de la Provincia de Santiago del Estero, el Brigadier General don Juan Felipe Ibarra. Túneles que, de acuerdo al legado arqueológico de la antigua ciudad y que todavía perduran, conectaban con los principales edificios institucionales de nuestra centenaria Madre de Ciudades, como lo fuera el antiguo Cabildo y Casa de Gobierno donde hoy se encuentra el Centro Cultural del Bicentenario, entre otros importantes centros cívicos.
En el sector posterior, está el viejo patio, donde el aljibe es el símbolo de esa vivienda histórica y que hoy es signo de unidad con el nuevo edificio levantado en honor a la institucionalidad de Santiago del Estero.
Las antiguas galerías laterales que albergaban a personalidades históricas, hoy sostienen esa historia con el sector del archivo de ambos organismos, donde se conserva el patrimonio dominical de la provincia.
A más de 150 años de su construcción, en este emblemático lugar se levanta el Complejo Casa Taboada, un edificio que en su planta baja recupera los restos existentes de la casa familiar, y con su doble altura podrá albergar múltiples eventos de carácter comunitario especialmente culturales. Además, en los niveles 1, 2 y 3, reúne las direcciones de Catastro y Registro de la Propiedad, dependencias que desarrollan una importante función pública.
Hoy, la casa de la familia Taboada sigue siendo un importante centro de la institucionalidad de la provincia como lo fue hace años, erguida como un símbolo de resiliencia y de orgullo. El lugar es un legado, un testamento vivo de la historia y protagonista de la sociedad santiagueña.
